martes, 22 de marzo de 2011

Crisis


Ayer conocí a Syd Barret. Era el tipo mas parecido a Neil Gainman que vi (aunque nunca vi a Neil Gainman). Estaba comprando en el "chino" de la vuelta de casa. Tenia bajo el brazo una "Villa del Sur Levité". Lo mire de arriba a abajo. Tenia un short deportivo del Manchester, y una remera roja gastada en el cuello. Estaba afeitado prolijo, y peinado con raya al costado.
Me acerqué. No podía creerlo (sobre todo porque era conocida la noticia que había fallecido hace 4 años). Pensaba: "Syd Barret... Syd Barret es uno de los mejores compositores del siglo pasado... que increíble... mintió sobre su muerte, para pasar sus últimos años tranquilo en Wilde... soy vecino de Syd Barret". Bancá: ¿Syd Barret no toma Absenta?, ¿no usa sombreros ni capuchas ni viste de negro?, ¿no camina fumando pipa?... Syd Barret es una mierda. Como puede ser que sea un tipo normal... no había diferencia con el gordo motoquero de la esquina de mi casa. Compre los 100 gramos de jamón, la caja de hamburguesas y me fui a la mierda. Cuando salí, note que algunas nubes comenzaban a tapar el sol.

Hoy por la mañana vi a Falcor. Si, al perro ese con escamas que volaba en la película "La historia sin fin". Si, ese... estaba en la calle, tirado: lo había pasado por arriba un auto. Me acerque al cuerpo. Tenia sangre que caía por un costado de la boca; estaba duro, parecía un muñeco. No supe que hacer, lo moví de un lado al otro, pero no... estaba muerto. Me senté a su lado... Lloré.
No sé por que, pero el shock más grande, no fue saber que Falcor existía, y que por lo tanto, todas las criaturas de fantasía también, sino, saber que podían morir. Falcor no debería poder morir... ¿Qué mierda le pasa al mundo?. Lloré. Pude ver caer un rayo en el horizonte. Nunca escuche el sonido del trueno. Las moscas empezaron a rodear el cuerpo, y me fuí a comprar los 100 gramos de jamón y la caja de hamburguesas.

Mañana cumple los años mi mejor amigo. Calculo que irán algunos de sus nuevos amigos. La realidad es que no me caen bien. Sobre todo porque son gente interesante, gente con conocimientos de casi todo (menos de fútbol). Él es ahora un artista. Una persona reconocida... con una "misión". Creo que hasta se convirtió en un personaje de una novela. Empiezo a dudar entre que es real y que no. Las ideas se mezclan... si él es un personaje... puede seguir siendo "mi amigo"?, los conceptos siempre fracasan frente a la realidad... al amor siempre lo mata el tiempo... no quiero que las cosas sean eternas... quiero que se mueran... quiero tocarlas... si ese el precio... lo pago... que pasa cuando funciona al revés? Si su "Capitán Oniria" no es "mi amigo"... entonces... ¿qué?... ¿existe mi mago?... ¿O murió en la eternidad?. Me fui al recontra carajo...

Tengo ganas de comer unas hamburguesas con jamón.

lunes, 14 de marzo de 2011

Adam Hughes


¿Por que no fuiste real? (¿O yo no lo fui?)
Sé que vos sabés cosas que yo no... Que bajo esa mirada perdida, conocés secretos a los cuales nunca voy a poder acercarme... Y odio eso. En serio, lo odio. Siento que es injusto.
Una sabiduría oscura. Esa mierda que te sale por la nariz, que chorrea por la boca... Esa manera de decir las cosas y no decirlas... eso que te hace tan interesante y al mismo tiempo irritante.
¿Por qué siguen inventándose sueños que no recuerdo?
Me cago en el libre albedrío... no existe... ¿cierto? Vos pensarás que no me di cuenta... pero si...
¿Crees que no noto las señales?... como todo cambia a mi alrededor... como todo muta... para tu satisfacción, tu necesidad de entretenimiento.
No. No me voy a convertir en tu personaje. No voy a salir de acá dentro. Voy a tener dos dimensiones... no me voy a presentar... no voy a ser tu juguete. Te odio una y mil veces.
Traspolación, el agujero de gusano... ida y vuelta... vuelta e ida. La concha de tu hermana.
¿En la ventana las hojas se mueven?...
¿Por que siento que si Dios existiese la vida sería más triste?

jueves, 10 de marzo de 2011

Monetizar


Una vez más veo mi rostro en el espejo. Una vez más, anuncio la oscuridad. Una vez más, muerdo mis labios, me arrepiento y, equivocado, pongo la otra mejilla. Vuelvo a respirar: nada terminó. Nada nunca termina.
No es importante si existen uno o infinitos universos o si viajé en el tiempo y todo esto es un castigo perpetrado por un yo futuro (aún mas) narcisista (y completamente pelado)... o si la capa, que no es roja, me permite igualmente volar. Nada importa cuando tengo frío. Y hoy tengo frío.
Necesito caminar y tomar una bocanada de realidad: atravesar esos acordes oscuros, esos pasajes llenos de sapos que se creen moscas... esas costas de sueños sin dueño, esos reflejos... y entrar, casi finalmente, en el hoyo. Una vez más.

XVII (Mar Del Zvr)

Es real. No es tan pacífico ni tan colorido como lo había imaginado, pero es real. Llegó. Llegamos. Soy real. Siempre fui real.