jueves, 3 de abril de 2014

No voy a pedir perdón


Y una noche me permití la miseria y la mediocridad.
Y una noche no supe como manejar el cinismo.
Y viví. Y Morí. Y decidí que no sabía qué iba a pasar.
Y descubrí que nunca seré tan bueno como debería ser, pero tampoco tan malo como siempre creí que soy.
Estoy desnudo.
Tarde. No hay sentido en lo abstracto.
Me perdí.
Te quiero, pero necesito que seas feliz (necesito).
Cada situación no puede evitar mirarse a sí misma y sentirse ordinaria.
Casualidades, una tras otra.
Dolor, pero del malo (del que no puedo hablar).
Y nunca soñé que era verdad que el mundo sólo es aquello que te toca.
Dolor, pero del que nadie quiere escuchar.
Creo que el juicio no fué necesario.
Quisiera decir que fué mi culpa.
Quisiera decir que no fué la culpa de nadie.
Porque te quiero, pero no existe nada que me devuelva el amor (¿amor?).
Somos polvo de estrellas (pero las estrellas no son mas que cuerpos gaseosos muriendo a miles de kilómetros).
Tengo miedo, y quisiera que eso no me gustara.
Quiero escribir sobre el miedo, pero no.
Quiero cantar sobre el miedo, pero no.
Hoy no me ves morir.
Y quiero creer que una noche me permití sentir pena por mí.
Y quiero creer que una noche supe manejar el Mundo.
Y morí. Y viví.
Por mí.
Sólo por mí.

1 comentario:

María Font dijo...

Fff... nada que decir.

XVII (Mar Del Zvr)

Es real. No es tan pacífico ni tan colorido como lo había imaginado, pero es real. Llegó. Llegamos. Soy real. Siempre fui real.