domingo, 5 de junio de 2016

"Inexorable" es una linda palabra (por eso me gustaría saber qué mierda significa)



Esto nunca pasó:

-Hola.
-Hola...
-Perdón que tardé. Estaba... durmiendo. ¿Qué pasó?... ¿la nona...?
-La nona está bien. Perdoná que haya venido tan tarde.
-¿Y mamá?
-En casa. La acabo de dejar... está todo bien.
-¿Pero pasó algo?... ¿Querés pasar?
-No. No.
-...
-Estás más flaco.
-Nos vimos hace 3 o 4 días.
-El sábado pasado.
-Bueno. Dale, pasá. Hoy iba a ir, pero... se me complicó. Tuve un quilombo y llegué hace un rato. Un perro...
-No, está bien.
-¿Seguro no pasa nada?... ¿estás... borracho?
-No. Tomé un poco, pero no estoy borracho.
-Bueno, como quieras.
-...
-Dale, pasá.
-No. Escuchame. Yo vine hasta acá para decirte... yo sé que va a sonar raro... pero vine a decirte...
-Dale, pa... ¿qué pasó?
-No estoy orgulloso de vos.
-...
-...
-Bueno.
-No, es que... es que pienso que está bien que no esté orgulloso de vos.
-Yo también pienso que está bien.
-Yo sé que te molesta...
-No. En serio. Nunca hice lo que vos me dijist...
-Sí que lo hiciste. Hiciste un montón de cosas y... perdón... mmfr... y me pareció justo que supieras que no tiene sentido que busques mi aprobación.
-Está bien.
-¿Victoria está durmiendo?
-Sí.
-¿Pero me entendés lo que te estoy diciendo, no?
-Pa, estás borracho. Andá a casa.
-No estoy borracho.
-Bueno. Pero entonces pasemos.
-No. Yo... quiero que seas feliz. Y yo no... yo no puedo... quiero... buscar... estar tranquilo. No quiero querer manejarte.
-Andá a casa... en serio.
-...
-¿Qué pasó?
-Estaba hablando con Mateo...
-¿Mateo?...
-Mateo... es el marido de una de las amigas de mamá, del colegio... no importa. Hablaba con Mateo, y de repente me dijo algo raro. Me dijo: "siempre que puedas, despedite". Y no sé por qué... me... agarró como una cosa...
-Eso es por algo de la muerte... ¿se le murió algún familiar al tipo ese?... ¿también estaba tomando?
-Sí. Pero no. No sé de qué hablaba. Pero me pareció que estaba bien. Yo... vos, en realidad, siempre me decís que veo todo como en absolutos... como que no puedo... no quiero... aceptar...
-Pa, ya sé... pero es una boludez eso... son boludeces. A veces yo también me pongo a la defensiva y juzgo...
-No, no son boludeces. Esperá un cachito. Vos me decís que yo no acepto la mirada del otro. Que la tengo que juzgar, y eso. Y creo que está mal.
-Sí, no sé... bueno... cada uno hace lo que puede.
-Pero yo lo hago porque... te quiero. A veces...
-En serio, pa...
-A veces no sé si es cariño o miedo. Yo sé que te quiero, pero no te debería cagar la cabeza con mis miedos.
-Dale... en serio... no te preocupes. ¿Seguro no querés pasar?...
-No. Lo que me dijo Marcos...
-¿Marcos?
-Sí, Marcos... vos lo conocés... el papá de Lucas, el de la ferretería... ¿no te acabo de decir?... bueno, me dijo eso de las despedidas y yo y tu madre... bah, no... yo. Tu madre no está acá. Yo siempre me fijé más en las primeras... impresiones. Nunca en como me despedí de la gente. Pero... calculo que no puedo... no sé...
-Igual no entiendo a dónde vas con todo esto. Y creo que me habías dicho otro nombre.
-Me parece que no está bien lo que hago. Que no tengo por qué mentirte, pero tampoco tengo que hacerte mal... yo quiero que seas feliz... ¿eso lo entendés, no?
-Sí, pa... pero eso...
-Eso no depende de mí, ya lo sé. Pero hay cosas que sí dependen, y no hago lo que quisiera hacer.
-Me estás asustando un poco.
-Me voy... tenés razón. Ya es tarde. ¿Vos sabés que yo nunca te quise hacer mal, no?
-Obvio. Pero hablamos mañana, dale. ¿Querés que te acompañe y después me vuelvo caminando?
-No, no... aparte... la idea es despedirnos...
-No seas parco al pedo, dale...
-Bueno, pero es lo que quería hacer: despedirme. O por lo menos, bueno... saber que si pasara algo, vos me habías intentado entender. No quiero que te pase como con Juan, que se le murió el padre y se quedó con un montón de cosas...
-¿Qué Juan?...
-¿Otra vez?... ah, es conocido de Tomás. Este jueves jugamos, si querés te aviso, total... siempre falta uno.
-¿El de la despedida?
-Sí... ¿estás dormido?
-No, pero... los nombres... no importa.
-Andá a dormir, perdoname.
-Dale... ¿seguro que no querés que te acompañe?
-No... te quiero mucho. Quedate con eso. Sobre todo con eso.
-No seas maricón, porfa. Andá. Mañana hablamos.
-Cuidate.

Esto tal vez tampoco haya pasado:

-¿Hola?
-¿Hola, ma...?
-¿Martín?... perdoná, tenía en celular en la cocina y...
-No importa. Escuchame: vino papá y estaba medio parco... ¿llegó a casa?
-¿Cómo?... ¿Fue a tu casa?... no me dijo nada...
-Se fue hace como 15 minutos... ¿no te dijo que venía a casa?
-De acá se fue hace como 2 horas...
-Pero acá vino y se fue. Ni entró. No vino hace dos horas... fue hace menos.
-Bueno. No volvió... ¿estás seguro?
-¿Seguro que no llegó pero no lo escuchaste?
-No, Martín... no llegó.
-¿Papá se fue hace dos horas y no intentaste averiguar dónde estaba?
-Me quedé dormida... me estás asustando.
-La concha de la lora... esperá que voy para allá...
-...
-¿Ma?
-...
-La puta madre...
-No... pftjjjjjj...
-¿Qué?
-Está acá. Perdón.
-¿Cómo?
-Si. Era una broma. Estaba medio borracho... no le des pelota.
-Vos estás medio borracha... ¿cómo me vas a hacer esta joda?
-Bueno... no es para tanto...
-Te juro... la puta madre... ya está. Me voy a dormir. La puta madre. Encima me hiciste pensar cualquier cosa...
-¿Qué?... ¿Que habías hablado con tu padre muerto?
-¿Qué...?
-¿Qué...?
-¿Ma...?
-...
-...
-Otra broma. Perdón.
-...
-¿Martín?
-...

Esto sí pasó:

-¿Cómo vas a pasar así?
-Córrase, por favor...
-Sos un estúpido...
-Le pido por favor... el perro está mal...
-Sí, y mi nene lo vio todo.
-¿Qué?... córrase, en serio. Lo tengo que llevar a un veterinario...
-¿Para qué?... lo mataste.
-No está muerto... aguantá un cachito, dale... no te me mueras...
-¿Y yo qué le digo a mi hijo?
-Pero... ¿qué quiere?... me tengo que ir... dale, aguantá...
-Y yo, ahora, por tu culpa le tengo que explicar qué le pasó al perro... vió la sangre y todo...
-El perro está lastimado, se me cruzó, no lo vi. Ahora lo estoy llevando a que lo curen... ¿qué mierda quiere?
-Quiero que te hagas cargo, porque sos un idiota que no se fija y maneja como el orto...
-Me voy.
-Ojalá se te muera en el camino.
-La concha de tu madre, hija de puta.
-Suerte que Damián no está para escucharte, machista de mierda...
-La puta que te parió, pelotuda. Dale, aguantá.... aguantá un poco más.
-Tenés suerte de que no esté mi marido...
-...
-¡Puto de mierda!...
-No te mueras, por favor.

2 comentarios:

psycodeathlic dijo...

...no sé qué decir... wow a todo...

Matías Oniria dijo...

Me gusta porque todo se conecta tanto que parece que lo hubieras pensado para que así fuera, cosa que no voy a asumir, porque sino estarías queriendo ser como un padre manipulador o una madre jodona. O como una pareja de padres borrachos que están totalmente ajenos a la desgracia del hijo que ve morir todo a su alrededor mientras no deja de intentar salvar vidas, una y otra vez.

Por suerte, insisto, esto es un excelente relato y no más que eso.

(o muchísimo más)

M.

XVII (Mar Del Zvr)

Es real. No es tan pacífico ni tan colorido como lo había imaginado, pero es real. Llegó. Llegamos. Soy real. Siempre fui real.