martes, 24 de enero de 2012

Doko



El universo no emitió señal alguna.
Y hace frío.
Ningún gatito de la suerte cayó al suelo, quebrándose en mil pedazos.
Ningún pájaro se posó sobre algún libro con un título esperanzador.
Pero hace frío.
No llovió. Ningún viento nos sorprendió en medio del show.
El tío con Alzheimer no dijo ninguna frase inspiradora.
Y aún así, hace frío.
La culpa se hizo presente, y corrió por todo el lugar. Aunque siempre se sentó a mi lado para descansar.
Y el actor no terminó arruinando su mejor papel. No señor.
Las pinturas, estáticas, demostraron tener más vida de lo que cualquiera podría haber pensado.
Se sintió el ritmo.
Y hace más frío.
Y quiero gritar, y desgarrarme la laringe.
Y quiero dejar de ser tan así, y destrozarme el pecho con una maza.
Y quiero saber quién soy, y arrancarme la cara, pedazo a pedazo.
Y quiero dejar de correr, y cortarme los tendones con un gancho.
Y quiero dejar de querer, o hacer algo por los que creo querer... o quiero, simplemente, irme de acá. Ya.
Nunca hizo tanto frío.

1 comentario:

hank dijo...

El final, el final

XVII (Mar Del Zvr)

Es real. No es tan pacífico ni tan colorido como lo había imaginado, pero es real. Llegó. Llegamos. Soy real. Siempre fui real.