lunes, 23 de diciembre de 2013

La distancia




- Sí, ¿viste esas películas dónde hay fiestas?... bueno, yo ni me acuerdo como entré, siempre me acuerdo de esa parte donde estoy a punto de tranzar con Rodri... ¿te acordás de Rodri?, era mas feo que la mierda... jajajajaja... pero bueno, y ahí, me tuve que ir a vomitar. Así que sí, nunca estuve con él... siempre te dije que sí, pero no... jajajajaja. No. Una boluda, ¿no?
- Sí, ja.
- ¿Y vos?... siempre me esquivás esos temas...
- Sí, no. No... está todo bien.
- Sí, ya sé. Pero qué... ¿no tenés nada "vergonzoso" que me hayas ocultado?, ¿nunca?. Nunca me quisiste hablar de la chica esa de Costa del Este. Esa que me dijiste que fué "tu primer beso".
- Sí.
- ¿"Si" qué?
- La verdad, que no quiero hablar de eso. Ya casi llegamos, dormí tranqui. Te aviso para abrir la cochera.
- No, dale... no me hinchés las pelotas, che... con vos siempre es lo mismo... yo me acuerdo de cómo me jodías con estas cosas antes...
- Sí, ya sé. Era un boludo... pero ya te pedí perdón.
- Y bueno... pero no importa, dale. Dale, decíme. Contáme lo de esa chica. Dale.
- No sé.
- ¿No sé qué?
- Que no la conozco, ¿contenta?
- ¿Cómo?
- Que no la conozco. Que no existió.
- No me jodas.
- No, en serio. No la conocí nunca. ¿Ya está?
- Ni a palos. Dale... ¿por qué me vas a inventar algo así?. No tiene sentido.
- Bueno, sí. Ya está. Perdonáme. La verdad que es una pelotudez que me jodas por esto. Yo no hincho con estas cosas. Ahora estas así, como habladora, porque te tomaste tres "Dr. Lemon" de más.
- No te creo.
- No, si... estoy seguro que te tomaste dos de más. Por lo menos.
- No, eso no. Lo de la piba de Costa del Este.
- Ya te dije.
- No te creo.
- Bueno, está bien. Basta. Ya está. No la conocí en serio.
- ¿Posta?
- Sí. Existió. O sea, yo no la conocí. Pero existió.
- ¿Cómo es eso?
- Sí, bueno... me escribí varias veces en la arena de la playa, con conchitas de esas que hay ahí. No sé. Encontré un mensaje que decía: "¿hay alguien ahí?", y contesté, puse "sí". Y al otro día me contestó. Y así por un par de días. Hasta que me fuí de Costa del Este. Nunca la conocí. Y, obvio, nunca le dí un beso. Todo mentira... ¿ya está?
- Es como patético. ¿Y si era un hombre?
- ...
- Claro, un hombre. Capaz que te "mandabas cositas" con un hombre.
- No, no creo. Hablaba como una mujer.
- ¿Con cuántas mujeres habías hablado hasta ese momento?
- No sé, con pocas.
- ¿Eso fué antes del "¿Cómo andás?" de la piba esa mas grande?
- Sí.
- Entonces no sabías como hablaba una mujer. Ni en pedo. ¿Qué te habías escrito?
- ¿Seguís?... sos una forra, loco. Encima me decís patético. Patético es que te traten como una puta tus compañeros.
- ¿Cómo?
- No, perdón, en serio. Perdón. Ya fué.
- No, perdón las pelotas. ¿Ves que seguís siendo el mismo pelotudo al final?, ¿qué es lo que te jode?, estoy con vos hace como diez años... ¿qué mierda te importa lo que hice con mi vida antes?. Sos un pelotudo, era una joda nada más. Eras chico... me gusta saber cosas de vos, pero nunca te juzgaría.
- ¿Ah, no?, me dijiste patético. ¿Eso no es juzgar?
- Boludo, me mentiste sobre tu primer beso, y encima lo que hay por detrás son mensajitos pelotudos con alguien que pudo ser un pibe, que te estaba hinchando las pelotas.
- Y vos eras una puta.
- No estuve con otra persona que no fuera con vos, forro.
- ¿Y Marquitos?
- Me lo tranzé. Nada más.
- Pero te trataba como una puta. Como una cosa. Yo jugaba al fútbol con él, ¿no te acordás?. Me daba mucha verguenza... una vuelta hasta lo colgué de una patada, de la calentura que me daba.
- ¿Y seguís pensando que eso estuvo bien?
- No sé. Puede ser.
- Dale, por qué vos no me querías coger cuando me conociste... ¿cuál es la diferencia entre él y vos?, ¿vos no canchereabas?
- No.
- ¿No canchereabas?
- No, eso sí. A veces. Coger no. No quería coger.
- Porque te daba miedo.
- Puede ser.
- ¿Entonces?
- ¿Entonces qué?
- Enojáte con tus "problemitas", no conmigo ni con los demás.
- Sos una mierda.
- No, no soy una mierda.
- Sí, sos una mierda. Puta.
- Pelotudo, andá a hacerte la paja pensando en el vagabundo que te escribía cosas en la arena. Bobo.
- ¿Tanto te jode pensar que me pude haber enamorado de otra mina?
- Jajajajaja... no te enamoraste, boludo.
- Sigo enamorado de esa mina.
- ...
- Sí, estoy hinchado las pelotas de toda esta mierda. Sí, tengo un montón de quilombos, pero intento no joder a nadie. Y cuando jodo pido perdón. El resto me hace mierda de a poco, y me vivo bancando los berretines de todo el mundo. Como un boludo. Y sí... estoy enamorado de esa piba.
- No puedo creer que me digas esto después de todo lo que hice por vos.
- Me quiero ir.
- ¿A dónde?
- No sé. Me quiero ir. Yo no quería esto. Yo no quería volver a casa a la una de la mañana, sobrio, transpirado, a dormir a una casa que me da problemas con una mujer que me trata como un boludo cada vez que puede.
- Bueno, pará. Me parece que ya se fué todo al carajo...
- No, pará las pelotas... ¿sabés lo último que me puso la mina de Costa del Este?... ¿sabés?, no, ¿no?... no sabés una mierda.
- Sí que se... estás cansado. La verdad que si sabía que esto iba a terminar así...
- "No te conozco, pero te quiero"... eso me dijo. Y yo esa noche no supe que responder. Me fuí a acostar, pensando en levantarme a la mañana temprano, tipo 7, para llegar a ir a la playa y escribirle algo. Pero sobre todo explicarle que yo quería verla, pero que me iba a de la ciudad. ¿Y sabés qué?...
- Dale, ya está, estás llorando... pará un poco.
- Antes de dormirme, me hice una paja. Y me acosté. Re cansado. Y al otro día, me levantó mi vieja para decirme que nos íbamos, que ya estaba el auto armado y que faltaba yo nada más. Me dió verguenza decirle que me esperara. Y me fuí. Ese día me cagué la vida. Estoy seguro.
- ¿Y yo?... ¿todo lo que te dí?, ¿tan mal te hice?
- No, pero yo estoy mal. Y nunca me sacaste del pozo. O algo así. Estoy hecho mierda. No sé qué me pasa.
- Dale, no llorés mas boludo.
- No, no hago nada de lo que debería hacer. Siempre me arrepiento.
- ¿Estás arrepentido de hoy?
- Sí. Estoy arrepentido. Estoy arrepentido de no haberle escrito nada a esa piba. Ojalá no le haya cagado la vida. Capaz su pareja, en este momento, le está diciendo que el pibe que le escribía en la playa, era un pelotudo que la estaba jodiendo. Y eso me da bronca. Porque el mundo es eso... boludos diciéndole a otros boludos que el resto son boludos. Y yo ayudé a eso.
- ¿Pero y hoy?
- Que sé yo "hoy"... no sé, "hoy" no sé. Hoy pasó. Ese día de la playa no pasó nunca. De vez en cuando me acuerdo... y me quiero matar. Y quiero que todos los demás se quieran matar. Perdón por decirte puta.
- Está bien... no pensé que te ibas a poner tan mal.
- No pasa nada.
- Bueno, ¿me abrís la cochera?... ah, che, yo guardo el auto y voy a comprar un heladito acá a la estación de servicio. Voy y vengo.
- Dale. Te espero en la cama... y si querés charlamos, que me hace mal verte así.
- Dale.

Nunca volvió de comprar el helado.
FIN.

2 comentarios:

María Font dijo...

No puedo seguir leyendo

Gorda Iteración dijo...

Espero que no sea por mi culpa.

Y si es por culpa mía, te pido disculpas.

Saludos.

XVII (Mar Del Zvr)

Es real. No es tan pacífico ni tan colorido como lo había imaginado, pero es real. Llegó. Llegamos. Soy real. Siempre fui real.