viernes, 21 de enero de 2022

VI (Mar Del Zvr)


Le resulta difícil entender los movimientos. Pero no puede dejar de mirarlo.
Es Ariel. Está en la cima de la meseta. Solo. El sol flota por encima de la montaña, a la distancia.
Está bailando.
Beta se mueve lentamente hacia él, casi sin darse cuenta.
Es hipnótico.
Él sólo quería estar lejos del ruido. Hizo trampa, lo sabe. El momento se ve atravesado por la culpa. Un tipo de culpa particular. Compartida, en silencio. Ariel también está haciendo trampa. Bailando, para el sol. O la montaña. Recuerda que algo de eso le había dicho. “Para calmar al volcán”.
Es hermoso.
Ya no recuerda por qué había elegido ir a ese lugar.
Y se acerca cada vez más a Ariel. Sabe que lo está haciendo, y no se reprime.
Nota una silueta extra en el suelo. Una sombra grande. La reconoce. Deja de acercarse. Escucha la voz de Hom, pero no entiende qué dice.
-¿Eso es lo que viste? -pregunta Ariel, sin dejar de moverse.
Beta se acerca muy de a poco. Ya no para disfrutar sino para saber.
Hom le contesta con la cabeza y le muestra algo. Algo similar a una roca. A su roca. Le dice que esta vez necesita “pintarlo”. No entiende las últimas palabras.
Hom se sienta a un lado del círculo invisible que forma Ariel con sus movimientos.
Beta busca lentamente un lugar desde el cual pueda ver a ambos. Intenta no hacer ruido. No es instinto, es otra cosa.
Espera.
Reconoce ciertos gestos, otros le resultan ajenos. No sabía que ellos se entendían. Que estaban juntos. Tanto. Se siente raro. Hom es violento, y además lo detesta. A Beta. Nunca se lo dijo, pero él lo sabe. Pero ahora, en este momento, parece ser… dócil. Está tranquilo. Ahora abraza a Ariel, que se recuesta a su lado. Se acercan lentamente. Beta sabe que no debería estar ahí, pero no se puede ir. Teme hacer ruido y que sepan. Que piensen que los está espiando. Así que sólo aleja la vista y se focaliza en el paisaje por encima de los dos. En la montaña, en el sol.
Escucha a Ariel que dice algo. “Somos el miedo”. Cree que dijo eso. No sabe qué significa. Continúa observando el paisaje.
Es hermoso.

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XVII (Mar Del Zvr)

Es real. No es tan pacífico ni tan colorido como lo había imaginado, pero es real. Llegó. Llegamos. Soy real. Siempre fui real.